Junto con el rostro, si hay una parte de nuestro cuerpo que casi siempre está expuesta, son las manos. Aunque durante todo el año éstas hacen frente a los factores externos -como la polución, la radiación solar, el viento y la temperatura-, es en invierno cuando más sufren debido al frío y a los cambios de temperatura causados por calefacciones, temperatura exterior o aires acondicionados, entre otros.
Como resultado, nuestras manos están secas, con arruguitas e incluso grietas, que en muchas ocasiones pueden resultar dolorosas. La clave para evitar esta situación es la hidratación.
Nuestra crema de manos y uñas de textura fluida y rápida absorción, no sólo te da la hidratación necesaria, sino que además fortalece tus uñas, evitando que estas se agrieten y lleguen a romperse.
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